jueves, 16 de agosto de 2012

Solo yo.

El pasado siempre nos enseña algo y del mío aprendí a valorarme. A pensar en mi antes que en nadie, a buscar el bien propio. Prometí que después de lo ocurrido no habría nadie que me hiciera cambiar de opinión, que no habría nadie que me cambiase la personalidad. Este iba a ser "mi futuro perfecto" porque disfrutaría de cada momento como si no fuese a haber mañana, porque le regalaría todos los días una sonrisa al mundo, porque nada me iba a hacer caer de nuevo, porque nadie iba a controlarme, ni a intentar pararme los pies. Iba a ir con la cabeza bien alta siempre, sin importar lo que digan los demás, sin prestarle atención a los comentarios. Porque este es mi momento de ser feliz y nadie volverá a fastidiarmelo.

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